viernes, 15 de diciembre de 2006

Lo que opinan

En abril del 2006 en los debates semanales que el Grupo Correo Gallego, a través de Radio Obradoiro, celebra en el hotel AC Palacio del Carmen de Santiago, se planteó el tema de la adopción y aquí os mostramos alguna de sus conclusiones:
La xefa de servizo de Adopcións de la Secretaría Xeral do Benestar, Sagrario González; el psicólogo del equipo técnico de valoración de la delegación de Benestar en la provincia de Ourense Enrique Pérez; las madres Pencha Santasmarinas y Susana Sánchez, y Mamen García y Carmen Montenegro, representantes de las entidades colaboradoras de adopción internacional (ECAI) Asociación para el Cuidado de la Infancia (ACI) y Adecop, respectivamente, analizaron pros y contras de un proceso difícil, largo y costoso que cada vez implica a más familias gallegas: en 2004, la Xunta recibió 154 solicitudes de adopción internacional que, en sólo un ejercicio, se multiplicaron por cuatro alcanzando las 658 el pasado año.
Según expuso el psicólogo Enrique Pérez, la adopción internacional existió siempre, "aunque quizá nunca se visualizó tanto como hoy porque antes ocurría de una manera difícil de controlar, sin la existencia de convenios internacionales". "Hay adopciones internacionales porque hay niños, y hay niños porque hay guerras, catástrofes, migraciones y familias desestructuradas. Ningún país quiere desprenderse sin más de los niños", apuntó.
"los procedimientos administrativos son larguísimos e inexplicables, cuando, de una forma natural, puede ser madre cualquiera", consideró Pencha Santasmarinas, que adoptó en solitario a dos hermanas brasileñas de once y nueve años.
Susana Sánchez calificó de "inasumible" que "los certificados de idoneidad, que por ley deben cumplir un plazo de seis meses, estén tardando más de un año en incorporarse definitivamente al expediente del solicitante". "Siempre pido celeridad a la Administración, no por tener al niño ya, sino porque no tenerlo puede significar que ya no esté. Una vida no vale nada en Etiopía. En el orfanato de Addis Abeba mueren veinte niños en una semana si hay un brote de sarampión", insistió Susana Sánchez.
Hace falta más personal en la Administración, y personal especializado", demandó también Pencha Santasmarinas.
Sobre el boom de las adopciones. “Ojalá siga ese ­boom”, dice Susana. Ya están aquí las niñas de China, que no se pueden describir como “venidas de la lluvia” (licencia cursi, plagiada de Álvaro Mutis), sino de la hecatombe rural de un país partido en dos. Vienen las niñas de la China sumida en el abismo de la miseria, frente a la opulencia de los mafiosos de Shanghái. Como las hijas de la Rusia de Putin. O de la Colombia de los paras, de los sicarios. Niños que llegan no de la lluvia, sino del fango de un mundo perro dominado por la Enron y la General Motors.

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